Su serie para TNT es el primer paso de un regreso en el que el cineasta vuelve sobre sus obsesiones en tres films y otra ficción para TV
Jueves 23 de junio de 2011
Marcelo Stiletano
LA NACION
Ya llegará el día en que alguien tan avezado en asuntos de ciencia ficción como Steven Spielberg encuentre una fórmula para ampliar la duración de cada jornada. A juzgar por todas sus ocupaciones, proyectos, compromisos, planes y emprendimientos, las 24 horas por día no le alcanzan. Spielberg produce, dirige, escribe, imagina, concibe, aconseja, supervisa, aprueba o rechaza, según el caso. Y si por estas horas se hace más visible que antes una actividad que viene desempeñando casi sin pausas desde hace más de tres décadas es porque ahora muchas de las ideas y realizaciones que rondan por su cabeza salen a la luz casi al mismo tiempo. No por casualidad, sino porque deliberadamente se lo propone. Spielberg cumplirá 65 años el próximo 18 de diciembre, pero su incansable creatividad no parece acusar recibo del paso del tiempo, como si sus personajes preferidos -aquellos capaces de reconocer y apreciar el mundo con ojos de niño- lograsen rejuvenecerlo a cada momento. Y si hablamos de actitud renovadora, vale como primer ejemplo de esta multiplicidad la serie Falling Skies , que de la mano de Spielberg -aquí como productor ejecutivo, uno de los roles en que más cómodo se siente- se convertirá en un acontecimiento televisivo global, ya que su lanzamiento está previsto en 75 países.
Se trata de ocho capítulos que proponen una vuelta de tuerca en torno del clásico tema de las invasiones extraterrestres y la resistencia de los humanos (los pocos que lograron sobrevivir) al sometimiento ejercido por alienígenas nada amistosos (ver aparte). Los dos primeros podrán ser vistos en la Argentina mañana, a las 22, en una emisión simultánea de TNT y Space (el primero lo emitirá con subtítulos; el segundo, con doblaje).
Gente del futuro
“Mi padre tenía un gran interés en la astronomía y cuando yo era niño él estaba especialmente atento a lo que ocurría con las estrellas. Como artista, siempre trato de aprovechar de la mejor manera esas maravillas”, confesó Spielberg, alguien que no deja de hacerse preguntas en el cine y en la vida acerca de la eventualidad de un mundo posapocalíptico y la posibilidad de un renacimiento luego de la catástrofe. Estas circunstancias que también aparecen insinuadas en otra miniserie de inminente lanzamiento. Terra Nova también lleva la marca de Spielberg desde la producción ejecutiva, pero llega cargada de más complicaciones. Lo que se esperaba en febrero -un estreno más o menos inminente- debió postergarse al menos hasta el próximo otoño boreal debido a una mezcla de factores adversos: desde las demoras en el desarrollo de complejos efectos visuales hasta el rodaje de tomas adicionales en Australia, supervisados por un ejército de productores ejecutivos (12, contando a Spielberg).
La trama de Terra Nova también nos lleva a un futuro posapocalíptico, pero ligado a una travesía de la cual depende el futuro de la raza humana y que nos lleva del siglo XXII a la prehistoria. Ni hace falta mencionar cuán cerca se siente Spielberg de los tiempos jurásicos, pero por lo visto deberá estar menos atento a los dinosaurios propiamente dichos que a los costos de los 13 episodios de la serie, otra de las cuestiones a resolver. Se dice que sólo el piloto costaría entre 10 y 20 millones de dólares, la cifra más alta de toda la historia de la televisión.
Tintín nos anima
El cine podría brindarle a Spielberg una buena compensación frente a tantas penurias, pero otro horizonte de posibles tormentas aparece para complicar las perspectivas de su próximo (y muy esperado) compromiso como director, que no es otro que el primer paso de una ambiciosa trilogía inspirada en las aventuras de Tintín. El secreto del unicornio es el título inicial de la llegada al cine, con las más altas expectativas en materia de animación, de la creación de Hergé, que aún no alcanzó en Estados Unidos la extraordinaria repercusión del resto del mundo, especialmente en Europa.
Pero las andanzas fantásticas del niño del jopo, de su mascota Milou, del capitán Haddock y de los detectives mellizos Hernández y Fernández amenazan con causar más de un dolor de cabeza en Hollywood debido a su ambigua ubicación genérica. ¿Es la película de Tintín una obra animada o el resultado de un rodaje con figuras de carne y hueso? Las dos posibilidades se mezclan en las imágenes ya anticipadas vía Internet: de un lado, secuencias enteras construidas con el sistema de captura de movimiento (el mismo que Robert Zemeckis usó con poco éxito de taquilla en El expreso polar , Beowulf , Los fantasmas de Scrooge y la reciente Marte necesita mamás); del otro, imágenes mucho más realistas con actores reconocibles (Jamie Bell, Daniel Craig). Según indica una reciente nota de El País , Spielberg expresó claramente que su Tintín era una obra de animación, pero a la vez la Academia de Hollywood -a la que siempre se mira con atención cada vez que se estrena una película de este director, cuyo vínculo con el Oscar es muy fértil- dejó bien claro que no considera la captura de movimientos una técnica animada.
Mientras tanto, Spielberg trabaja a tambor batiente para llegar al estreno en 3D de Las aventuras de Tintín – El secreto del unicornio , junto a Peter Jackson, devenido aquí en productor. La suma de fuerzas entre el director de ET y su colega de El señor de los anillos data de 1981, cuando compartieron el primer encuentro alrededor de esta idea. El film se estrenará en la Argentina el 11 de noviembre próximo y se lo espera como punto de partida de otros dos títulos.
Volver al futuro
Como hombre ocupado y múltiple, Spielberg se las ingenió para escapar en los últimos días de las obligaciones de Tintín y atender, en este caso con otro socio, un estreno más inminente e igualmente esperado. Se trata de Súper 8, la nueva película de J.J. Abrams, gran mente creativa detrás de Lost y Fringe , más la tercera Misión imposible y la precuela de Star Trek . Aquí, con el mismo espíritu con que Spielberg emprendió en otros tiempos su abordaje de la cultura popular y la curiosidad de aquellos cineastas que surgieron a fines de los 70, Abrams cuenta la historia de un grupo de adolescentes de Ohio que atrapan con una cámara casera (el súper 8 del título) la llegada de monstruos de otros planetas durante el verano de 1979. La película ya cubrió en una semana en la taquilla norteamericana los costos de su producción (50 millones de dólares) y se apresta al lanzamiento internacional con las expectativas que despierta la dupla creativa detrás de las cámaras.
Quien se anime a preguntar si todo lo descripto agota el tiempo activo de Spielberg recibirá una respuesta negativa. Como si le sobrara el tiempo, el hombre trabaja también en el armado del ambicioso elenco de su biografía sobre Lincoln, la película que hará en 2012 con Daniel Day-Lewis en el papel protagónico, Sally Field como su esposa y muchos otros nombres fuertes ya confirmados o en tratativas avanzadas: Tommy Lee Jones, Joseph Gordon-Leavitt, Hal Holbrook, James Spader, John Hawkes, Bruce McGill y Tim Blake Nelson, con libro de Tony Kushner ( Angeles en América ).
A la vez, también dedica tiempo a la producción ejecutiva de otros dos estrenos muy cercanos ( Cowboys vs. Aliens y Transformers 3 ), trabaja en la reedición en Blu-ray de algunos de sus clásicos, como la saga de Indiana Jones (al cumplirse este año el trigésimo aniversario del estreno de Los cazadores del arca perdida ) y Jurassic Park . ¿Algo más? Spielberg es el hombre más ocupado del mundo, pero siempre reaparece con algo nuevo para hacer hasta que invente la máquina de ensanchar el tiempo.
PARA AGENDAR
Falling Skies: desde hoy, todos los viernes, a las 22, por TNT (capítulo estreno, subtitulado), y a las 21, por Space (repetición de episodio previo, en castellano).
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